by drmunozcl
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Por drmunozcl
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A pesar de contar con firewalls, antivirus, SIEM y otras soluciones de seguridad, muchas amenazas avanzadas siguen evadiendo los sistemas automatizados de detección. Esto deja a las organizaciones expuestas a ataques silenciosos que pueden persistir por días, semanas o incluso meses sin ser detectados.
Las amenazas persistentes avanzadas (APT), movimientos laterales, y accesos maliciosos internos requieren algo más que tecnología reactiva. Si no se buscan proactivamente, los atacantes pueden establecerse en la red, robar datos y causar daños sin levantar sospechas. La falta de visibilidad y análisis proactivo genera una falsa sensación de seguridad.
El Threat Hunting (caza de amenazas) es una práctica de ciberseguridad que consiste en buscar de forma activa señales de amenazas que han eludido las defensas tradicionales. No espera alertas: el analista investiga proactivamente el entorno digital en busca de comportamientos anómalos o maliciosos.
Características clave:
- Se basa en hipótesis, inteligencia de amenazas y comportamiento del atacante.
- Utiliza herramientas como SIEM, EDR, análisis de logs y técnicas forenses.
- Requiere analistas especializados, curiosos y orientados al detalle.
Ejemplo práctico:
Un threat hunter analiza patrones de autenticación y detecta una serie de accesos desde ubicaciones geográficas inusuales durante la madrugada. Aunque no se generó ninguna alerta automática, identifica un posible compromiso de cuenta.
Beneficios del Threat Hunting:
- Detecta amenazas avanzadas antes de que causen daño.
- Aumenta la visibilidad de la red.
- Mejora la postura de seguridad general.
- Refuerza la inteligencia defensiva para prevenir futuros ataques.
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Conclusión
El Threat Hunting permite adelantarse a los atacantes. Es una práctica esencial para organizaciones que desean pasar de una defensa reactiva a una estrategia de ciberseguridad proactiva y basada en inteligencia.
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